Voyage voyage: sugerencias en Buenos Aires II

El segundo día de mi estadía arrancó con muuuucha energía renovada, después de una buena noche de sueño. Y menos mal porque hice 25 mil cosas. Ok. Muchas nomás. Emprendí el paseo por el microcentro con rumbo a Suipacha y Santa Fe. Por el camino, de casualidad, of cors, me encontré con un local muy atractivo.

1. Autoría

Es la típica tienda de diseño de autor, pero con la diferencia que el local es enoooorme y la empleada y dueña fueron muy simpáticas. Y me dejaron sacar fotos generales. Hay objetos de todos los rubros (ropa, bijou, carteras, cuadernos, objetos, etc) y al final del local dos áreas (planta alta y subsuelo) dedicadas a artistas plásticos. Vi cosas muy bonitas, lástima que no anoté nombres. La fuerza de voluntad que puse para no comprarme un cuaderno de Monoblock o Sandía fue INHUMANA. Sin parangones. Me anoté varios porotos en la columna de "fortalezas personales". Sí, mejor me callo los dedos y les inserto las fotos de Autoría:

2. Hendrick's

Mi gps iba con la directiva de llegar a Suipacha al 1100 así que puse primera (previa pausa en una libreria para comprarme una Sharpie) y llegué a Hendrick's, el café y boulangerie más cool y con más rock del centro. En esta sucursal (la otra está en Nuñez) sólo despachan productos, no hay mesas, aunque hay una minibarra como para acodarte unos minutos antes de irte. Está en una cuadra HERMOSA, bien europea (dice la tipa que nunca salió de Sudamérica). Me compré una cookie XL y me llevé todo el packaging/merchandising que tenía a disposición. Y saqué estas fotos.

3. Tintha

Unas horas más tarde me fui al Botánico (al barrio, no al Jardín) con dos misiones. Una, conocer el otro local de Tintha Stationery que es ¡HARRRRRRMOSO! Bien antiguo, de persianas y puertas de hierro, con una vidriera decorada muy original. Ahí no pude resistir la tentación y me compré un anotador chico. Ay dios mio, la belleza de la bolsa en que te entregan las cosas. Ay. Otro día le saco foto. Ahora, las del local.

4. Flor de un día

De Tintha a Flor de un día hay unas dos o tres cuadras nomás, siempre por Cabello. En una zona divina, para caminar y tomarse algo en la vereda. Por ejemplo en Flor de un día, claro. El día re daba para eso pero me senté adentro, que estaba vacío y muy tranquilo. Mi estómago a esa hora me indicaba "comete un sandwich y una ensalada", pero mi plan de seguir el trajín me alertó "no, con un tecito y algo livianito alcanza". Y le hice caso. Me tomé un té Inti Zen con un scon de cítricos (que estaba un pelínnn sequito, porque los tienen arriba de la mesada). En este lugar tuve el honor de conocer de cerca los archifamosos y cinematográficos almohadones de El Pez Punteado, de la amiga Perica. El local es muy cómodo, atienden bien y hay una de paaaaaz. Perfecta.

Durante el día, que fue hiper sociable, me encontré con varias personas, entre ellas con Vero de Alma Singer, pero me prohibió (eso o la pena de muerte) que postee fotos suyas asi que, yo obedezco. Nos juntamos en La Panadería de Pablo pero, sabrá disculparme don Massey, esta vez no me dieron ganas de recomendar el lugar. La atención fue medio desprolija y se tomaron su tiempo para todo (¡no había nadie!), las opciones de patisserie eran escasas (o yo muy picky) y a la hora de haber llegado nos avisaron que debíamos abandonar el lugar en breve porque iba a haber un evento a puertas cerradas. Meh. Ok, pagamos y LJ (lo juimo).

5. Cine Lorca

Mi final de recorrido del martes me depositó en el Cine Lorca, en Corrientes al 1400, para ver Le nom des gens. Yo amo ir al cine. Amo ir sola. Y amo que sean cines viejos. La onda Hoyts con pochoclo y loveseats, no me atrae ni regalada. A mí dame butacas viejas con olor a cuero, dame escaleras y decoración vintage. Dame historia. Y en el Cine Lorca hay de todo eso. 

La película me dejó sensaciones encontradas, no sé si la amé o la odié. O si lo que me provocó todo eso fue el personaje de la mina. Lo estoy analizando.

Cambio y fuera.

Hasta mañana, con la tercera y última entrega de las sugerencias.