it is bloody London!

Ahora sí, ya me puedo sentar a contarles sobre mi amada Londres. El vuelo por British Airways fue muy tranquilo, con varios  pasajes de turbulencias pero soportables, nada que no haya experimentado antes viajando en el segundo piso de un Plusmar. El servicio durante el vuelo fue impecable, nos mantuvieron alimentados como si fuéramos pollitos en criadero. Y la mitad del cabin crew me hablaba en Inglés. ¿Qué más podía pedir? Me brillaban los ojos de alegría y por dentro tenía una mezcla de ansiedad y expectativa que no se calmaba con nada. Además yo no tomo alcohol, no había forma de knockearme durante 13hs. 


Me banqué el vuelo como una lady, siendo que era la primera vez que viajaba en avión. Sola, a Europa. No sé bien de dónde saqué coraje, de alguna góndola de precios cuidados probablemente, la cuestión es que iba stockeada. Y sin miedo. Era expectativa pero no miedo. Jamás tuve miedo. A lo sumo, preocupación de no lograr entenderme, de errarle a los controles aduaneros, de meter cosas en la valija que no estaban permitidas. Pero no, me salió todo perfecto, sin contratiempos ni nada. El sector de arribos en Heathrow estaba lleno de gente, de todo el mundo. Nunca había visto tanta gente distinta en mi vida. Esa fue la impresión que me dejó la media hora de espera en la cola que avanzaba rápida y ordenadamente. Australianos, europeos, musulmanes, hare krishnas, chinos, japoneses y argentinos, muchos compatriotas que habían ido al mundial de rugby. Para ir a retirar el equipaje hay que tomar un trencito interno que te acerca. Una vez que me reuní con mi valija, dije: "¿y ahora?". Tenía dos misiones más: cambiar euros por pounds y comprar la Oyster card (la tarjeta para usar el transporte con descuento). Hice ambas cosas y pasé dos grandes pruebas de fuego: comunicarme en inglés con empleados que no eran ingleses sino inmigrantes y por ende hablaban con un acento fuerte, especialmente los de India y Pakistán. Me costó bastante entenderle al hombre que me vendía la tarjeta y no estaba precisamente en su mejor día. O nunca le llegó el memo ese de la ultra amabilidad británica. Pero bueno, lo entiendo, era muy temprano, las 7.30am o por ahí, yo estaba dormida, el quizás también. Me cobró más de lo que me habían dicho que iba a pagar y nunca supe por qué. Lo tomé como un derecho de piso. "Ya vas a ver la próxima, cuando haya dormido 8hs y esté más relajada", le juré. Igual a ese hombre, afortunadamente, no lo vi más. 


La siguiente tarea era... tomar el subte. Pero primero debía encontrarlo, claro. Y como dicen que preguntando se llega a Roma, eso hice. Acarreando mi valijita, mochila y cartera, encontré la estación (qué loco, ya ni recuerdo cómo era la estación...) dentro del mismo aeropuerto, un piso más abajo. "Mind the gap" recomendó una voz masculina por los altoparlates. "Oh, shit. Estoy en London", pensé. "This is a Picadilly Line service to Cockfosters", me anunció otra voz, femenina, a la cual llegué a amar y ahora extraño como si fuera el mismo Big Ben. Pasamos muchas horas juntas... en fin, en el tube, al lado mio, venían otros argentinos, todos varones de entre 25 y 40 años, demasiado porteños ellos, hablaban a los gritos y contaban sus hazañas viajeras. Me daba un poco de vergüenza ajena el contraste con los locales, que fueran tan... así. Tan lo que afuera creen que somos todos acá: avasallantes y fanfarrones. El tren iba avanzando en el camino y se iba llenando de a poco, con gente que iba a trabajar y estudiar al centro de Londres. Yo sufría porque a mitad del recorrido iba a tener que bajarme, con valija y todo, emerger de entremedio de la multitud (pero que en ningún punto llegó a ser como la hora pico en la línea B del subte en Buenos Aires) antes de que cerraran las puertas. Algo que noté enseguida es lo civilizados y respetuosos que son a la hora de subir y bajar del tren. Sin que nadie se los indique, los que están por subir esperan en el andén, pacientes, haciendo filas a cada lado, mientras bajan los que llegan. Y luego, suben. Sin atropellarse ni nada. Algo que parece una obviedad, ¿no? RESPETO. Pero en Buenos Aires no se practica. Una vez que bajé en Earl's Court, tuve que arreglármelas para combinar con la otra línea, District (la verde), que me iba a llevar a Notting Hill Gate, y como era de esperarse, me subí al tren que no me correspondía. Por esas cosas de la providencia y el instinto, aún dormida como estaba, me di cuenta a tiempo y me bajé enseguida. El tema con el tube londinense es que, además de fijarse si va para adelante o atrás, hay que fijarse en cuál de los recorridos está la estación a la que uno va. Que northbound, que southbound, eastbound o westbound, y ahí hay que sumarle 2 o 3 bifurcaciones. Suena a matete pero, después de 3 días, ya me manejaba a ojos cerrados. Aparte, está todo muy bien señalizado, como para que el más distraido se guíe sin problemas (haber usado el subte porteño ayudó bastante, también). Y llegué a mi destino final: Notting Hill Gate. Era tempranísimo aún, las 8.30am, estaba nublado y muy húmedo. Otra vez, preguntando y guiándome por el recuerdo de google maps (ahí no tenía wifi), encontré el hotel. No fue fácil porque en esa manzana todo se llama Pembridge: square, garden, road. Y es todo HERMOSISÍSMO. ¡Por el amor de todo lo que es bueno! Qué belleza de barrio... fue amor a primera vista. ¿Y en otoño? Ah, no les puedo explicar. O sí, mejor les muestro fotos: 

Yo no salía de mi asombro. ESTABA EN LONDRES. Había llegado. Sana y salva. Y super emocionada, a tal punto que no podía darle cabida a tanta felicidad. Era todo demasiado. En cuanto vi pasar al primer double decker bus algo dentro mío explotó de impresión. Porque hasta ese momento había sido todo un viaje subterráneo, presa del sopor y la intriga, con algunos pasajes overground cortos. Ahora, en la zona del hotel, podía ver todo: las calles, los black cabs, los red buses, los negocios, la gente, los cafés, LAS LIBRERÍAS, los carteles indicando las calles. Todo ahí junto. A la vuelta del hotel. Ah, el hotel, sí. Como era demasiado temprano para efectuar el check in, el conserje (hasta a el lo extraño) me permitió dejar la valija allí hasta que se hicieran las 14hs. Faltaba bastante. Todavía no caía en que estaba en Londres. Creo que me llevó unos días hacerme a la idea pero eso es tema de otro post. Para pasar las horas, fui a hacer un reconocimiento de terreno. Había pocos negocios abiertos aún. Conté: un Starbucks, un Caffè Nero, un Waterstones (ay, Waterstones de mi alma), dos Boots, un Recipease de Jamie Oliver, un Tesco, un Waitrose, un cine amoroso, un Le Pain Quotidien, un Pret à manger (mi cocina away from home) y una infinidad de localcitos de souvenirs y objetos destinados a turistas, entre otros tantos negocios para uno y otro sentido. "Bueno, me quedo a vivir acá", decidí. Ocho días después me iba a arrepentir profundamente de haber reservado otro hotel, en otra zona, para la segunda semana. Notting Hill era, claramente, mi lugar en el mundo. 


Tomé un café, aproveché el wifi gratuito para comunicarme con padres y amigas, y volví al hotel, a esperar en el lobby/desayunador. Afortunadamente, la habitación estuvo lista una hora antes y pude hacer check in, instalarme y mirar por la ventana. Mi reacción siguiente fue algo así:


(Tenía pava electrica, té, café, leche, azúcar... 
pero Karl no estaba incluido en el servicio :P)


Después de una siesta reparadora, salí de nuevo, a recorrer el barrio, comprar comida y confirmar de nuevo que me había enamorado perdidamente. I mean... NOTTING HILL. Fue una early night for me, era viernes, estaba cansada y aturdida de emociones y excitement. El mejor plan era quedarme en la pieza, mirar The Graham Norton Show en vivo EN LA TV y hacer planes para los días siguientes.

Durante mi estadía en Inglaterra, a partir de las 16hs ya empezaba a oscurecer así que las horas para pasear y sacar fotos eran escasas, pero esto no me impidió recorrer media ciudad, con una sonrisota de mejilla a mejilla. 

Continuará!





Comentarios

  1. Que genial relato! si hasta me parecía estar ahí contigo... espero con ansias las segundas y terceras partes... sin conocerte me alegro un montón que hayas cumplido este deseo... escribes taaan bien!. Abrazos

    María

    ResponderBorrar
  2. Qué bueno! nunca estuve en Londres! pasá muchos tips, tengo que tomarme vacaciones y me encantaría estar allí! besos mil y difrutá!

    ResponderBorrar
  3. Ame tu relato, Vix...me conmovio nose si x sentirme identificada en la concreción del mismo, edad q tenemos, en juntar mango tras mango para poder viajar pero te juro q se me llenaron lis ojos de lagrimas....espero como vos ansiosamente cruzar el charco...y espero poder hacerlo mas o menos pronto...dios me ayude. Y a vos en poder volver, pronto. Besote. Espero tus otros post!*

    ResponderBorrar
  4. Te felicito por esto Vix! Qué alegría poder concretar algo así!
    Espero que nos sigas contando todo con tanto detalle como hasta ahora! ;)

    ResponderBorrar
  5. Amè con profundidad y emocion real. Me alegra muchisimo por vos todo esto que viviste. Ojalà se repita y ojalà que nos sigas llevando de viaje. Escribis tan bien Vix! Deberias armar un diario de viaje con tus raccontos y todos los collages lindos que vos sabes armar! ;)

    ResponderBorrar
  6. Me encanto, quiero los siguientes días!

    ResponderBorrar
  7. Hace unas semanas vi una foto que pusiste en Twitter y te dejé un mensaje super emocionada porque no podía creer que estuvieras allá! Cuando terminé de ver tus fotos de Instagram me largué a llorar; siempre me identifiqué con vos en varias cosas, siendo el amor por Inglaterra la principal, y al darme cuenta de que estabas cumpliendo tu sueño y de que yo nunca me había animado a hacerlo, me hizo dar cuenta de que soy una tonta y por eso me puse a llorar. Espero con ansias el resto de los posts para seguir emocionándome. Beso!

    ResponderBorrar
  8. Buenisimo!!! y entiendo esas emociones viajeras!! incluso tuve la suerte de repetir ciudades... y hay cosas que por suerte, siguen emocionando como la primera vez!! Notting Hill es tan lindo... me intriga donde te mudaste que no te gusto tanto, pero ya nos contaras :)

    ResponderBorrar
  9. Soy FAN de la buena redacción y lo tuyo es realmente GENIAL. Al leer, uno se transporta al lugar como si lo estuviera viviendo, y eso logra tu relato. Felicitaciones por haber logrado tu sueño y ahora supongo, irás por cumplir otros más. Que así sea!! Martina LW3DKO

    ResponderBorrar
  10. Qué buen relato! da gusto leer cuando alguien es buen storyteller

    Seguí tu viaje por instagram y me encantó cada lugar que recorriste! estuve en Londres hace tres años y no lo aproveché tanto como quería pero bueno... conocí lo más que pude en esos 3 días y todo acorde a mis 17 años... estoy segura de que hoy lo disfrutaría mucho más. Igualmente fue genial jaja

    Amo leer relatos de viajes así que te sigo! y qué bueno que hayas podido cumplir este sueño, se transmite la emoción en cada una de tus palabras
    Te mando un beso!
    Neri

    ResponderBorrar
  11. Vix, no escribo demasiado pero soy lectora tuya, pero necesito pedirte que lso relatos los extiendas quisiera que no terminen, conozco Londres pero de tu mano son mas interesantes, es mas me diste ganas de ir a parar a NH que nunca se me ocurrio..besos

    ResponderBorrar
  12. Ay Vix lo leí en el trabajo y me largué a llorar! Te juro que me sentí igual que vos en esta parte: "En cuanto vi pasar al primer double decker bus algo dentro mío explotó de impresión. Porque hasta ese momento había sido todo un viaje subterráneo, presa del sopor y la intriga, con algunos pasajes overground cortos." Yo me largué a llorar como tonta, no lo podía creer.
    Me encanta leerte, ya te lo dije y te lo repito. Así que vuelvo a viajar con vos y tus posts :)
    Un beso!
    Aya*

    ResponderBorrar
  13. Espectacular relato! Mientras leía, lo relacionaba con tus fotos de Instagram y era como si estuviera haciendo turismo. Genia !

    ResponderBorrar
  14. Espectacular relato! Mientras leía, lo relacionaba con tus fotos de Instagram y era como si estuviera haciendo turismo. Genia !

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Gracias por leer y comentar