Comiendo en Londres, Norwich y Paris

Cuando uno viaja a otros países y culturas algo que siempre interesa/preocupa es la comida. Tanto Londres como Paris son lugares de cocina bastante reconocible. Diferencias más, diferencias menos, comemos casi lo mismo. O sea que alimentarme en otro idioma no presentaría mayor desafío. Y así fue. Facilísimo. Lo que no me esperaba era mi repentino espíritu aventurero en cuanto a la comida. Ok, tampoco me arriesgué tanto. No probé sabores taaan exóticos. No experimenté (mi sistema digestivo no es muy resistente y precisaba estar entera para pasear). Pero sí me animé a cosas que acá JAMÁS pruebo. Lo cual ya es una buena señal. En casa (y en cualquier lugar del país que visite) como siempre lo mismo y la poca cocina internacional que se consigue en mi ciudad no se aleja de lo italiano y español. Nada de comidas orientales ni deliveries novedosos. Yo iba con idea de que tendría que recurrir, tarde o temprano, al clásico y confiable McDonalds para salvarme más de una comida. Y no, no fue necesario (fui una vez, y solo porque se me antojó uno de esos cafés navideños, que resultó penoso). Llega un momento en que hay que dejar de lado los "no, esto no" y confiar. 

En Londres me resultó mucho más fácil conseguir comidas baratas y consideradas rápidas pero de la onda saludable y tipo casera. La mayoría de los días hacía una comida en la cadena de cafés Pret a Manger (hay un local cada dos cuadras casi, tiene un menú variado y todo es fresco y rico). Es autoservicio, elegís de la góndola y pagás en caja. Greggs era otro lugar de ricas opciones. Si no, compraba ensaladas listas (hasta tenedor traen!) o sandwiches en cualquier supermercado (Tesco, Sainsbury's, Waitorse, Marks & Spencer, The Co-operative) y cenaba en el hotel. Eso me ayudó a ahorrar bastante. Yo como poco en cada comida, así que ir a sentarme a un pub o restaurante no me convenía. Me arreglé perfectamente, y la verdad es que durante los paseos de día, a veces con un café o té y alguna pavadita dulce me mantenía en pie. En Paris, en cambio, no abundan estos lugares de comidas sencillas y sanas. Las opciones son el fastfood tipo Subway y McDonalds o las brasseries tradicionales, (el equivalente al pub británico), así que las veces que almorcé fuera de la casa de mi amiga Thelma, me alimenté a café creme y patisseries. Ah, miento, una vez almorzamos en La Brioche Dorée y otra en Paul, que son las dos opciones de comida rápida más populares en Francia. Debe haber otras, seguro. No llegué a conocerlas nomás.

En los días que anduve en England me aventuré a probar dressings en ensaladas de ingredientes poco familiares. Ingerí sandwiches y wraps con berro, pepino, hummus y vaya a saber qué otras cosas (ninguna de esas tres cosas me gustan pero son fijas en casi todo lo que uno compra en cafés y supermercados ingleses. Y había hambre). Empecé a comer aceitunas negras con mucho gusto y a tomar el té con leche (un chorrito, apenas, de leche fría). Una noche me compré un sausage roll, que es una mezcla de salchicha con chorizo, muy distinta a lo que estamos acostumbrados acá, apenas picante y de carne blanca, envuelta en masa de hojaldre. Comí yorkshire puddings y hash brown. Probé infinidad de cosas dulces: pretzel, Dunkin' donuts, éclairs, pumpkin brownie pie, canoli, pastei de nata, liquorice (es espantoso), canelés, matcha cherry loaf, muuuchos croissants mantecosos e inolvidables. Probé emmental cheese, foie gras, falafel, nachos, eggs benedict. Un día pedí una sopa de tomate en un pub de Londres, que resultó ser la sopa más exquisita que probé en mi vida entera. El clásico fish and chips (no me animé a sazonarlo con el vinagre que ofrecen allá. Detesto los vinagres), dos veces. Ustedes dirán: ¡pero todo eso es reee común! Y sí, lo es, pero yo jamás había probado el 95% de todo lo que mencioné. Por eso digo que fue un interesante aprendizaje, superé algunas barreras de sabor y adquirí ciertas costumbres. Más que animarme a grandes locuras gastronómicas, me di cuenta de que cambió mi actitud temerosa ante la comida desconocida. Una mente apenas más abierta. Una rendijita. Acá a diario no arriesgo nada nunca. Allá, adelanté un casillero. Que, para mí, es bastante. La próxima, me animaré a los currys y otros platos orientales.

y ahora, ¡un alud de fotos de COMIDAS!

LONDRES

una de las tantas ensaladas niçoise de supermercado que me comí
(disculpen la falta de estética. Igual estaba riquísima!)

el primer fish and chips que pedí era un menú infantil y en vez de fish real traía fish cake, o sea una especie de hamburguesa de pescado. Riquísimo igual!

compré un croissant y como pregunté qué era flat white (aunque yo ya sabía), el empleado no me lo cobró,
"va de cortesía, para que lo pruebes". Ok!

almuerzo a base de cafeína y harinas versión 6574, en Maida Vale

uno de los peores tés que tomé y la atención dejaba que desear

canoli artesanal exquisito que compré en un mercadito
 a la salida de King's Cross

la tomato soup más rica de la existencia, en el pub
The Red Lion, a pasos del Big Ben

mis primeros eggs benedict, en un café genial cerca del hotel en Notting Hill (nada barato pero... location, location, location!)

un chicken bake, o sea una especie de empanada de
pollo rectangular INCREIBLE

pretzel con almendra picada y crema pastelera, una delicia

este era el café de Notting Hill donde comí eggs benedict
y pastei de nata otro día
(el que atendía era re simpático, me saludaba con
un "cheers! take care!")

white tea (té con leche) y un canelé medio gomoso, en Neal's Yard

Paul no me simpatizó, el canelé tampoco

Un sandwich de hash brown, huevos revueltos y queso en pan brioche que estaba delicioso, en Apostrophe

acá solo compré un macchiato para llevar (que no pude tomar
de lo fuerte que era!)

los macarons de Ladurée los probé, primero, en Londres,
al paso mientras caminaba por Picadilly

el fish and chips insuperable y rendidor de Poppies,
 en Camden Market

hermosa verdura y fruta

no pude comprarlos pero qué tentación (y qué caros)

olvidable

era de coco, bien húmeda y sabrosa. Una delicia en Oxford Street
(pero hay sucursales por todos lados)

la fruta lista para consumir, tenedor mini incluido,
de los supermercados. Golazo.

NORWICH

this is what a cream tea looks like

el homemade roast chicken con el cual me recibió mi amigo Jem
el día que llegué a Norwich, ¡con los famosos yorkshire puddings!



PARIS

 frutas a la calle, super variadas


 las delicias refinadas de Ladurée


esto no logro recordar dónde era ni por qué saqué foto porque ahí no comí... me habrá llamado la atención nomás! 

 matcha cherry loaf cake, o sea budín de té verde y cerezas,
 con flat white

ah, los éclairs de Genie, mon dieu! yo comí ese de nueces arriba 

 vienoisserie con damasco y café creme, frente a Place des vosges


 la última cena: té con scons en el café Used books, en la tienda Merci. Riquísimo y excelente atención.
Les debo los links a cada local, eso se los dejo a ustedes si les interesa conocer más, en todo caso me preguntan en los comments por algo en particular y les respondo encantada! Me faltó aclarar un dato: en Londres TODO era rico, hasta las comidas listas de supermercado. Además, todo preparado con productos de excelente calidad, fresco, bien armado y presentado. No recuerdo haber comido nada de lo cual me arrepintiera después. Y en París lo mismo, pero tuve menos chances de probar comidas por ahí. Amiga me convidó con éclair, croissant de almendra y torta de pistacchios, de la pastelería del barrio, y todo era una delicia.

Ahora quedé famélica y tentada después de seleccionar y explicar cada foto. ¡Me voy a comer algo rico!




Comentarios

  1. No se cómo llegué a tu blog, pero que delicia de post! No tengo oportunidad de viajar mucho, pero si hay algo que me interesa es justamente esto que posteas: la comida cotidiana, la de súper, la "al paso", el cafecito... que de grandes chef ya estamos todos hartos. y las fotos, hermosas. Volveré a visitarte.
    Mai

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  2. Jajaja mortal este poooost! Sublime! Que ganas de viajar y morfaaaar por Dios!

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  3. Se me agua la boca!!! y ahora qué como, jajaja.

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  4. Siempre siempre leo tu blog, porque todo lo que escribís me resulta encantador. Y siendo cocinera, amante de los viajes este post me encantó!

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  5. Siempre siempre leo tu blog, porque todo lo que escribís me resulta encantador. Y siendo cocinera, amante de los viajes este post me encantó!

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Gracias por leer y comentar