Renegade Craft Fair, en Brick Lane, London

El último sábado que pasé en London me fui a pasear al este de la ciudad, ya que justo justo se realizaba la gran feria de diseño y artesanías llamada Renegade Craft Fair (que también se hace en otras ciudades del mundo, especialmente en EEUU).  Me enteré de casualidad gracias a una de las participantes, que yo sigo en Instagram hace rato. Era la oportunidad de conocerla en persona y de paso ver otros artesanos talentosos. La feria se realizaba en un gran galpón llamado Old Truman Brewery, que tiempo atrás perteneció a una cervecera. Es un lugar super popular donde siempre se llevan a cabo ferias y muestras por el estilo. Me costó mucho encontrar la famosa calle Brick Lane pero seguramente fue por mi falta de ubicación. Y después de dar varias vueltas en círculo, preguntar a desconocidos y putear en dos idiomas, ENCONTRÉ la calle y la feria. Llegué justo al mediodía y el barrio estaba en su punto de ebullición, a pesar del frío y viento: mares de gente de todas las edades caminando por el Brick Lane Market, visitando puestitos de los productos más exóticos y comiendo platos al paso. 








(es solo una foto, señora, no se enoje)

Esquivé los obstáculos como pude y entré a la feria que también estaba llena de gente, como era de imaginarse. Adentro, la variedad de objetos en venta me dejó loca. ¡Me quería comprar todo! (qué raro, yo). Solo saqué algunas fotos y con el celular.











Los precios no eran muy accesibles, lo cual es lógico porque el trabajo y diseño artesanal tiene su precio y son productores pequeños. Por suerte, todos (o casi todos) aceptaban tarjetas. Algo que me sorprendió en mi lado más tercermundista. Los posnets móviles adosados a los celulares o tablets recién ahora se están ofreciendo en Argentina pero allá eran moneda corriente. Uno firma CON EL DEDO en la pantalla táctil y la factura te la envían por mail en el momento. Todo muy moderno (algo que también usé para pagar en un black cab y un café de Neal's Yard). 

Caminé la feria sin parar durante más de una hora, llenandome los ojos de cosas bellas y juntando cuanta bussiness card podía acumular en mis bolsillos porque son tan bellas y de diseño cuidado como los objetos en sí. ¡Esto es solo la mitad de las que me traje!


Si bien hubiese querido comprarle algo a cada artesano, me decidí por dos pins en dos lugares distintos. Uno, a And smile Studio, la chica que ya seguía en Instagram (y que encima es tocaya, aunque se escribe distinto), y el otro a Toby, de I like cats, que vende todas cosas con gatos, naturalmente, y no me pude resistir. 





Y acá les muestro los pins bonitos, que adoro con todo mi alma.


Y, de cierre, otro poquito de Brick Lane porque es muy vistoso:

















Espero que les haya gustado el paseo.
¡Hasta pronto!


Comentarios

  1. Amé! Me recuerda mucho a las ferias Purrrr en Bs. As., las conocés?

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Gracias por leer y comentar