El día que fui a Marylebone (pronunciado "marliboun") estaba fresco y soleado. No recuerdo bien cómo empecé, solo que tomé the tube, debo haber bajado en Bond Street porque recuerdo que caminé varias cuadras por Oxford Street antes de pasar por Selfridges. También recuerdo que no estaba segura de ir en la dirección correcta y le pregunté a unos obreros que arreglaban la calle en una esquina y me indicaron muy amablemente hacia donde ir. Rato después arribé a Marble Arch:
Otra cosa que recordé es que un poco más adelante, en un puesto de frutas y verduras en la vereda de Marks & Spencer, le pregunté a la mujer que atendía y también me respondió muy amablemente. Iba en la dirección correcta. Y se ve que de tanto dudar y preguntar me dio un hambre voraz porque en el siguiente local de Apostrophe que vi entré y me pedí este sandwich que estaba tremendo de rico. Era de pan brioche relleno con hashbrown, queso y huevo revuelto.
Con el organismo recargado de hidratos y proteínas, retomé mi camino hacia el corazón de Marylebone.
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¿Christmas tree en octubre?, sí, aprobado |
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¡los negocios son todos tan bonitos! daban ganas de entrar y sacar fotos en cada uno |
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eso era el cuartel de bomberos |
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The BT Tower al fondo (y unas cabezas cortadas, porque yo no te edito las fotos) |
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claro, de ahí viene el nombre del barrio... |
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Carluccio's, un restaurante y tienda de delicatessens famoso |
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donde los pibes comen gratis (por cada plato de adulto) |
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¡llegué! |
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de este negocio me quería llevar prácticamente todo pero me conformé con el catálogo navideño en papel :P |
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"¿por qué? ¿POR QUÉ NO LO COMPRÉ?" Porque era caro, como respuesta a todo. |
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en Anthopologie di unas vueltas y no me atrajo nada |
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me aburrió y me fui enseguida |
Al lado de Daunts Books encontré este negocio que se llamaba Skandium (tuve que googlear, no me acordaba), que vendía objetos de diseño escandinavos. Aquí pueden ver el interior en 360º. Me compré un adorno de madera para el arbolito en forma de copo de nieve y unas golosinas de Moomin, que parecían de chocolate pero eran de liquorish (y muy feas). Las gomitas zafaban pero eran de xilitol. Todo muy raro.
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estos objetos de vidrio los reconocí enseguida: son un diseño clásico de 1937, de Alvar Aalto. (no me olvidé lo que aprendí en el curso de decoración, ¡vaaaamo!) |
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la sucursal de Cath Kidston donde solo compré una cartuchera pero quería medio negocio
Me hubiese gustado quedarme más tiempo paseando por esa calle, ubicar algún cafecito tranquilo... pero me tenía que apurar (¿por qué? ¿qué necesidad, Victoria?) para llegar al Sherlock Holmes Museum, que cerraba temprano y al final ni siquiera entré. Por el camino me crucé, entre otras cosas, con Madame Tussaud's, el museo de cera. Marylebone era tan lindo...
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Mañana seguimos, después de festejar a las mamás en su día.
Qué lindo le queda el sol a las fachadas de ladrillos!
ResponderBorrarLa esquina con la calle medio en curva, las cabinas de teléfono y el taxi gris ¿? es perrrfecta.
Si, era gris perlado! Y todo es divino y encantador por ahí... Everywhere! Gracias, beso!
BorrarQue lindo todo, por favorrrrrrr!!!! me gusta mucho seguirte en tu paseo por Londres y tomar notas. Some day...
ResponderBorrarMe quedé con una duda: porqué no entraste al museo de Sherlock?
Porque la entrada costaba más de 20 libras y era demasiado para mi escasa curiosidad. No son tan fan del personaje como para gastar esa suma en eso me conforme con entrar al gift shop al lado y listo ;) gracias flor!! Beso
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